De Mates y Termos

Cómo hacer el mejor mate en cualquier lugar

Cómo preparar el mate perfecto: Todo un arte argentino

El mate no es solo una bebida; es un ritual, una tradición que conecta generaciones, amigos y culturas. Y si bien la receta parece sencilla, los detalles marcan la diferencia entre un mate apenas tragable y uno inolvidable. Hoy te voy a contar, paso a paso y con algunos secretos personales, cómo preparar el mate perfecto y todas las variaciones que podés probar. ¿Listos? ¡Manos a la yerba!

¿Qué hace al mate tan especial?

El mate es más que una infusión: es compartir, charlar y hasta filosofar. Desde el norte de Argentina, donde el tereré se disfruta helado, hasta los rincones porteños donde nunca falta el termo bajo el brazo, el mate está en el corazón de nuestra cultura. Prepararlo bien no es un detalle menor, porque de un buen mate depende la experiencia que lo rodea.

Paso a paso: Cómo preparar el mate perfecto desde cero

Paso 1: Preparar la yerba

Acá empieza todo. Este paso no es complicado, pero si te salteás algo o lo hacés rápido, el mate puede quedar desparejo, taparse o perder sabor. Vamos a hacerlo bien:

  1. Elegí la yerba correcta
    No todas las yerbas son iguales, y el gusto varía un montón. Si sos de los que prefieren un mate suave, buscá una yerba con más palo. ¿Te gusta fuerte? Ahí vas por una con más hojas. ¿Algo distinto? Las saborizadas (naranja, limón o hierbas) también pueden ser interesantes.
  2. Llená el mate hasta tres cuartos
    No te emociones llenándolo hasta el tope, porque el agua necesita espacio para circular. Tres cuartos es el punto ideal.
  3. Sacudí la yerba
    Tapá la boca del mate con la palma de tu mano y sacudílo de arriba hacia abajo unas tres o cuatro veces. Esto mezcla bien las hojas, los palos y el polvo. Así evitás que te tape la bombilla o que el polvo arruine el sabor.
  4. Hacé la montañita
    Incliná el mate para que la yerba quede más alta de un lado y se forme el huequito donde después vas a cebar el agua. Esto hace que la yerba dure más tiempo sin lavarse.
  5. Dale un chorrito de agua tibia
    Este paso es opcional, pero clave si querés que tu mate dure más. Agregá unas gotas de agua tibia en el huequito y dejalo reposar unos segundos para hidratar la yerba antes de empezar a cebar con agua caliente.

Paso 2. El agua: Siempre en su punto justo

El agua es el alma del mate. ¡Nunca dejes que hierva! La temperatura ideal está entre 75 y 85 grados. Si no tenés pava eléctrica, fijate: cuando ves que la pava empieza a hacer burbujitas chiquitas, ya está lista. En general la pava comienza a hacer cierto sonido. Si tenés una pava eléctrica no vas a tener problema.

Acá viene otro tip: al principio, tirá un chorrito de agua tibia (no caliente) en el huequito de la yerba y dejalo reposar unos segundos. Esto hidrata la yerba y evita que se queme cuando empecés a cebar con agua más caliente.

3. Cebar sin apurarse: El secreto para que no se lave

El arte de cebar es lo que define un buen mate. Una vez que pusiste la bombilla en el huequito (¡ojo! no la muevas después, porque desarmás la montañita), empezá a cebar despacito, tirando el agua cerca de la bombilla. Nunca mojes toda la yerba de golpe, porque eso hace que el mate se lave más rápido.

Y algo importante: no lo apures. Si cebás mate tras mate como si estuvieras en una carrera, la yerba pierde el sabor enseguida. Dale un «respiro» entre cebada y cebada para que dure más.

Variaciones populares: Cómo hacer un mate único

Una de las cosas que amo del mate es que lo podés personalizar según tu gusto. Acá van algunas ideas:

Mate con cascaritas

Mate con cascaritas

El mate con cascaritas es perfecto para quienes disfrutan de un toque cítrico en su mate. Las más usadas son las de naranja, limón o pomelo, pero también podés experimentar con mandarina.

  • Cómo hacerlo:
    Cortá pedacitos de cáscara y ponelos encima de la yerba, cerca del huequito donde tirás el agua. A medida que cebás, la cáscara va soltando su aroma y un saborcito fresco que se mezcla con la yerba. También podés mezclar las cascaritas con la yerba antes de empezar.
  • Mi consejo personal: Secá las cáscaras al sol. Esto concentra su sabor y hace que duren más.

Mate con hierbas

Mate con hierbas

Agregar hierbas (o «yuyos», como decimos por acá) al mate es un clásico, especialmente si querés un sabor distinto o aprovechar sus beneficios digestivos.

  • Cómo prepararlo:
    Podés poner las hierbas frescas o secas encima de la yerba, como harías con las cascaritas, o mezclarlas directamente con la yerba. También funcionan perfecto en tereré, con agua bien fría o jugo.
  • Tip extra: Si tenés plantas en casa, cortá las hojitas justo antes de usarlas para que estén bien frescas y conserven su aroma.

Qué hierbas podés usar:

  • Menta: Fresca y liviana.
  • Cedrón: Suave, con un toque cítrico.
  • Peperina: Mentolada, muy típica del norte argentino.
  • Poleo: Dulce y delicado.
  • Burrito: Digestivo y aromático.
  • ¡Y cualquier otra que quieras probar!

Mate con café

mate con café

El mate con café es una opción que te va a encantar si buscás algo fuerte y energizante. Es ideal para quienes disfrutan del amargor o necesitan un empujoncito extra para arrancar el día.

  • Cómo hacerlo:
    • Mezclá una cucharadita de café molido con la yerba antes de sacudirla. Esto distribuye el sabor y lo mantiene uniforme en cada cebada.
    • Para un sabor más concentrado, poné el café directamente sobre la montañita y cebá ahí.

Probá cosas distintas:

  • Endulzalo: Agregá azúcar al café para un mate caramelizado.
  • Probá con café suave: Si no estás acostumbrado al amargor del café, usá una variedad más suave para que no domine el sabor del mate.

Mate de leche: El sabor de la infancia

El mate de leche tiene un lugar especial en mi corazón. Es la forma en la que muchos empezamos a tomar mate cuando éramos chicos.

  • Cómo hacerlo:
    • Prepará el mate de la misma manera
    • En lugar de agua, usás leche caliente y generalmente lo endulzás.
    • Es cremoso, suave y perfecto para una tarde fría, aunque con el tiempo muchos lo abandonamos porque puede ser un poco pesado.

Si nunca lo probaste, ¡es una experiencia diferente!

Tereré: El mate fresco del norte

Tereré, mate frío.

Cuando hace calor, nada mejor que un buen tereré. Es como un mate, pero frío y muchas veces con jugo en lugar de agua.

  • Cómo hacerlo:
    • Podés preparar el mate en el mate que quieras o en un vaso o taza.
    • Ponés agua o jugo con hielo en el termo o en una jarra.
    • ¡A disfrutar!
  • Tip personal: Mi favorito es el tereré con jugo de naranja y hielo, pero también podés hacerlo con frutas como limón o pomelo.

Es refrescante y perfecto para esos días de verano en los que no querés tomar nada caliente.

Tips y secretos: Cómo cebar el mate perfecto

  • Usá yerba de calidad: Si al sacudir la yerba ves demasiado polvo, es señal de que es de baja calidad y es una de las causas de un mate tapado.
  • Mantené una yerbera: Así podés mezclar la yerba antes de servirla en el mate, evitando que todo el polvo se acumule abajo del paquete.
  • Variá dónde tirás el agua: No siempre cebes en el mismo lugar para que la yerba dure más.

Errores comunes al preparar un mate (y cómo evitarlos)

  1. Hervir el agua: Si lo hacés, el mate queda amargo y quemado.
  2. Mover la bombilla: Esto rompe la montañita y la yerba pierde su estructura.
  3. Cebar demasiado rápido: Esto hace que el mate se lave en un par de rondas.

¿Por qué se tapa el mate y cómo solucionarlo?

No hay nada más frustrante que estar disfrutando de un buen mate y que, de repente, se tape. Es como si el mate se rebelara y te dijera: «¡Hasta acá llegaste!» Pero no te preocupes, acá te explico las razones más comunes y cómo solucionarlo.

Razones por las que el mate se tapa

  1. Demasiado polvo en la yerba
    Esto pasa cuando la yerba tiene un exceso de polvo. Puede ser porque la yerba es de baja calidad o porque al sacudir el mate no lograste mezclar bien los componentes (hojas, palos y polvo).
  2. Mal posicionamiento de la bombilla
    Si clavaste la bombilla en cualquier lado o la moviste una vez puesta, es probable que el polvo se haya acumulado en la base y bloquee el flujo de agua.
  3. Yerba muy compacta
    Si al armar el mate presionaste demasiado la yerba, el agua no circula bien y todo termina amontonándose alrededor de la bombilla.
  4. Bombilla Tapada
    Con el uso, el polvo y loa sedimentos de la yerba se van acumulando dentro de la bombilla. Los agujeritos del filtro se pueden ir tapando fácilmente.

Cómo destapar el mate sin desesperarte

Si tu mate se tapó, hay algunas formas de salvar la situación:

  • Destapar la bombilla: Sacala con cuidado y soplá fuerte por el extremo superior para despejarla. Si estás en casa, podés abrirla y limpiarla, pero si no, usá un palillo o un alfiler para limpiar los agujeritos del filtro de manera rápida.
  • Redistribuir la yerba: Usá una cucharita o la misma bombilla para mover un poco la yerba. Asegurate de dejar el huequito despejado para que el agua fluya mejor.
  • Colocar la bombilla en otro lado: Si el mate está muy apretado, podés reubicar la bombilla en una zona menos compactada. Solo hacelo como último recurso, porque puede arruinar la montañita.

Cómo prevenir que el mate se tape

  • Sacudí bien la yerba antes de usarla: Esto ayuda a distribuir el polvo y evitar que se acumule en la base.
  • Usá una yerba de calidad: Elegí marcas que no tengan exceso de polvo. También podés colarla antes de usarla si notás que tiene mucho sedimento.
  • No muevas la bombilla: Una vez que está en su lugar, dejala tranquila. Moverla desarma todo y aumenta las chances de que se tape.

Cómo mantener la bombilla limpia para que no se tape

Muchas veces, el problema del mate tapado es la bombilla. Para evitarlo, te recomiendo:

Bombilla desarmable y limpiapipas
  • Usar un limpiapipas o limpiador de bombillas: Estos son herramientas finitas, tipo cepillos, que podés pasar por el interior de la bombilla para sacar restos de polvo o yerba.
  • Elegir bombillas desarmables: Las bombillas que podés separar en dos partes te permiten limpiar a fondo la base, que es donde se acumula la mayoría de los residuos.
  • Lavarla después de cada uso: No alcanza con enjuagarla. Es importante asegurarte de que no queden restos pegados en los agujeritos del filtro, ya que se tapan fácilmente.

¿Y si te olvidaste el mate o la bombilla? Tips para emergencias materas

A todos nos puede pasar: te vas de camping, a la playa o de paseo, y justo te das cuenta de que te olvidaste el mate o la bombilla. ¡Tranquilidad! No todo está perdido. Hay formas de improvisar y salvar la situación.

1. ¿Sin mate? El pomelo o la naranja te rescatan

Mate hecho con pomelo o naranja

Si te olvidaste el mate y no hay uno a la venta cerca, buscá un pomelo, una naranja o incluso una mandarina grande. Lo que hacés es cortar la parte superior como si fuera una tapa, sacar toda la pulpa con una cuchara (que, dicho sea de paso, podés comer) y dejar la cáscara vacía. Eso se convierte en tu «mate» improvisado.

El sabor cítrico le da un toque especial, y aunque no te sirva como un mate a largo plazo, ¡es una solución de emergencia bastante ingeniosa!

2. ¿Sin bombilla? Improvisá con lo que tengas

Acá la cosa se pone un poco más difícil, pero no imposible. Sin bombilla, el truco está en encontrar algo que te permita filtrar la yerba. Algunas ideas:

  • Sorbete o popote con filtro improvisado: Si tenés una pajita o sorbete, podés cubrir la punta con un pedacito de gasa o tela limpia para evitar que pase la yerba.
  • Lapicera desarmada: Sacá el cartucho de tinta, lavá bien el tubo y usalo como bombilla. No es lo más higiénico, pero en situaciones extremas, zafa.
  • Tela o nailon como filtro: Una media de nailon (nueva, por favor) puede servir como filtro si la colocás sobre un sorbete o simplemente sobre la boca del mate al beber.

Aunque estas soluciones no son ideales, te sacan del apuro y podés disfrutar un mate más o menos decente hasta volver a casa.

3. ¿Y si no tenés yerba?

Si ya estás en un nivel de olvido extremo, siempre podés buscar a alguien que esté tomado mate. ¡Seguro te va a convidar! Un poco de yerba no se le niega a nadie, es parte de la cultura del mate.

Al fin y al cabo… El mate como ritual que nos une

Preparar el mate no es solo una cuestión de técnica; es una forma de conectar, de crear momentos. Ya sea que lo tomes amargo, dulce, con cascaritas o con yuyos, lo importante es disfrutar el ritual. Así que ahora que tenés todos los secretos, ¡animate a cebar el mate perfecto! Y recordá: cada cual tiene su estilo, pero lo más importante es que el mate se toma con ganas y se comparte con amor.

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