De Mates y Termos

Cómo hacer el mejor mate en cualquier lugar

Cómo Curar un Mate: la Guía Completa

¿Sabías que curar un mate es casi como darle vida a un compañero que va a estar con vos en cada ronda? Puede sonar exagerado, pero para quienes amamos el ritual del mate, no lo es. Elegir el mate perfecto y curarlo bien no solo es cuestión de tradición; también es clave para que dure años y no termine arruinándose antes de tiempo.

En esta guía te cuento todo lo que necesitas saber, con tips prácticos, mis experiencias personales y algunos trucos que seguro te van a encantar. ¡Vamos por ese mate perfecto!

¿Por qué es importante curar un mate?

Curar un mate no es solo un capricho, es fundamental para evitar que se rompa, que pierda líquido o, peor, que le agarre ese sabor raro que nadie quiere. Si el mate es de calabaza o madera, curarlo sirve para sellar los poros del material, evitar hongos y acostumbrarlo al uso constante.

¡Ojo con esto! Me acuerdo de la típica escena: visitar a alguien y ver un mate de madera rajado o una calabaza que chorreaba por abajo. ¿Por qué? Por no curarlo bien. El comentario siempre era algo como: “Te dio fiaca curar el mate, ¿no?”.

¿Qué mates necesitan curarse y cuáles no?

No todos los mates necesitan ser curados. Para que no te compliques, acá te dejo la lista:

variedad de mates de calabaza y madera

Mates que necesitan curarse:

  • Calabaza (clásico y porongo).
  • Madera (algarrobo, palo santo, etc.).
  • Hueso (en general se venden curados, pero…).

Mates que no necesitan curarse:

Vidrio, acero inoxidable, cerámica o metal.

Si no tenés tiempo o ganas de curar un mate, podés optar por uno de estos últimos. Pero, seamos sinceras, ¡el sabor del mate en una calabaza bien curada no tiene comparación!

Cómo curar un mate de calabaza paso a paso

El mate de calabaza es un clásico que nunca pasa de moda. Te cuento cómo curarlo de manera fácil y sin vueltas:

Mates de calabaza
  1. Preparalo para el proceso:
    Enjuagá el mate con agua tibia y asegurate de que esté limpio.
  2. Llenalo de yerba usada:
    Usá yerba que ya tomaste (no tirás nada, ¡sostenible!). Llenalo hasta el borde.
  3. Agregá agua caliente:
    Completalo con agua caliente, pero no hirviendo porque puede arruinar la calabaza.
  4. Dejalo reposar:
    Dejalo así 24 horas. Este paso ayuda a sellar los poros y eliminar restos vegetales del interior.
  1. Repetí el proceso:
    Sacá la yerba, retirá todo lo que puedas con una cuchara raspando un poquito los bordes de la calabaza pero sin exagerar. Volvé a ponerle yerba usada y agua caliente y dejalo otras 24 horas. 
  2. Repetí el proceso una vez más.
  3. Enjuagalo bien:
    Al final, lavalo con agua tibia (nada de detergente, por favor). 
  4. Secalo con una servilleta de papel:
    Así absorbe la humedad todo lo que pueda. Dejalo secar al aire, no lo tapes. ¡Listo!

Con esto, tu mate estará listo para acompañarte en cada cebada.

Cómo curar un mate de madera y evitar que se raje

La madera tiene su encanto, pero si no la cuidás, puede rajarse. Este método es infalible:

Mates de madera
  1. Usá manteca o aceite comestible:
    Tomá un poquito de manteca o aceite y untalo por dentro del mate. Este truco ayuda a hidratar la madera y sellar los poros.
  2. Dejalo reposar:
    Esperá 24 horas para que el material absorba el aceite.
  3. Llenalo con yerba húmeda:
    Igual que con el mate de calabaza, y sin enjuagar, llenalo de yerba usada y agua caliente.
  1. Esperá un día más:
    Dejalo reposar 24 horas.
  2. Repetí el proceso: 
    Volvé a hacer lo mismo 2 o 3 veces. Si el mate es grande, mejor 3 veces.Volvé a hacer lo mismo 2 o 3 veces. Si el mate es grande, mejor 3 veces.
  3. Enjuagalo bien y listo:
    Siempre enjuagá el mate de madera con agua tibia, secalo y mantenelo en un lugar ventilado y fresco.

Ahora tu mate está curado y listo para usar.

Cómo curar un mate de asta o hueso

Los mates de hueso tienen un encanto único, pero necesitan un poco de cuidado extra para que duren. En general, los mates que se comercializan tiene un curado inicial, pero siempre es bueno darles un toque inicial. Curarlos no es complicado, y te aseguro que vale la pena:

  1. Limpieza inicial:
    Lavalo con agua tibia y usá un cepillo suave para eliminar cualquier residuo del interior. Si sentís que tiene un olor raro podés dejarlo en remojo unas horas con vinagre y luego proceder al lavado inicial.
  2. Sellado con aceite:
    Untá una capa fina de aceite comestible en el interior (puede ser de oliva o girasol) y dejalo reposar toda la noche.
  3. Secado:
    Pasadas las 24 horas, limpiá el exceso de aceite con un paño seco.

 

  1. Usá yerba húmeda:
    Llenalo con yerba usada y un poco de agua tibia. Dejalo reposar un día entero para que el hueso termine de adaptarse.

Repetí el proceso una vez más y ya estará listo para tus mejores mates.

Cómo curar un mate dulce

El mate dulce tiene sus secretos, sobre todo si lo tomás en mates de calabaza o madera. Si sabés que siempre vas a cebarlo dulce, podés curarlo de esta manera:

  1. Lavá el mate con agua caliente:
    Aseguráte de que esté hirviendo. Lo ideal es hervirla primero (para eliminar bacterias) y después dejarla enfriar, a unos 80.
  2. Ponele azucar:
    Echás una cucharada de azúcar en el interior del mate, lo tapás y lo sacudís para que cubra todas las paredes. 
  3. Quemá el azúcar:
    Podés quemarla suavemente con un encendedor o una vela. Esto genera una capa protectora dulce que sella los poros. Hay gente que le coloca una brasitas dentro, lo tapa y lo sacude para lograr el mismo efecto. La decisión es tuya, pero tené ultra cuidado.
  4. Llenalo con yerba usada:
    Después de quemar el azúcar, completalo con yerba húmeda y agua tibia.
  5. Repetí el proceso:
    Cambiá la yerba y repetí el curado unas dos o tres veces para asegurarte de que el mate esté bien sellado y tenga el toque dulce que buscás.

Errores comunes al curar un mate (¡y cómo evitarlos!)

  • Usar agua hirviendo: Esto puede dañar la calabaza o la madera. Siempre usá agua caliente o tibia.
  • No enjuagar bien al final: Dejás residuos y aparece un sabor extraño.
  • Apurarte: Curar un mate lleva tiempo. Dale sus dos o tres días, no te saltees pasos.

Consejos para mantener tu mate en buen estado por años

Un mate bien curado puede durar años, pero hay que cuidarlo:

  • Siempre enjuagalo después de cada uso.
  • Dejalo secar boca abajo para evitar hongos.
  • No lo dejes con yerba húmeda por mucho tiempo.

Yo tengo mates de madera y de calabaza que me han durado años. Todo gracias a un buen curado y un poquito de amor.

Te paso un tip que siempre me ayudó a mantener mis mates de madera o calabaza libres de hongos: guardalo con una servilleta seca de papel para que absorba la humedad que pueda haber quedado una vez que esté limpio y seco. Más todavía si vivís en lugares húmedos. En Buenos Aires es un clásico que le agarre humedad a las cosas.

Y si no te da ganas de cuidar el mate, capaz que lo tuyo es uno de vidrio o acero, ¡y está bien también!

¿Qué hacer si el mate tiene hongos?

A veces pasa: olvidás el mate con yerba húmeda, y cuando lo revisás… ¡aparecieron los hongos! No te preocupes, tiene solución:

  1. Limpialo profundamente:
    Sacá toda la yerba y enjuagalo con agua caliente (pero no hirviendo). Si los hongos están adheridos, podés usar una esponja suave.
  2. Usá bicarbonato o alcohol:
    Mezclá bicarbonato con un poco de agua para formar una pasta y limpiá el interior. También podés usar un poco de alcohol (de cocina o etílico), pero asegurate de enjuagar bien después.
  3. Dejalo secar completamente:
    Muy importante: boca abajo y en un lugar ventilado para evitar que vuelvan a aparecer. Hay gente que luego de usar el alcohol lo enciende para matar cualquier cosa, pero es peligroso porque te podés quemar, no creo que valga la pena el riesgo.
  4. Recurá el mate:
    Es clave curarlo nuevamente para asegurarte de que está bien sellado y listo para usar.

Conclusión
Curar un mate es más que un paso técnico, es un ritual que conecta con nuestra tradición y cultura. Una vez que aprendés a hacerlo bien, no hay vuelta atrás: cada mate que prepares va a tener ese sabor perfecto que solo un buen compañero curado puede dar.

¡Felices Mates!

Gaby B.


Scroll al inicio